martes, 17 de mayo de 2011

En un bostezo.

Hoy el cansancio me pesa más que nunca, mis ojos lloran por querer ir a dormir a tu lado.Desde mi escritorio puedo ver como las sábanas te abrazan y tu a ellas, admiro tu torso desnudo y te adueñas de mi imaginación, haciéndome olvidar el cansancio que me agobia pero me cansas más que me es imposible articular oraciones coherentes...

Dejó mis papeles a un lado, como mi deseo de despertarte.

Salgo y me siento en el escalón recargándome en la puerta, en esa enorme puerta de madera; (me gusta observar los grabados que están tallados en ella, sus lineas sinuosas me atrapan viendo reflejados los laberintos de mi mente. Me enamoré aún más al dejarla entreabierta para recargarme en ella y ver que mi peso no es nada comparado con el suyo, al cerrarla usando todo mi cuerpo, usando una fuerza que me recuerda que tengo brazos y pies, una fuerza que solo me hace ver esta puta puerta.) .... nunca te agradecí por ese escalón que pusiste pensando en mí y en estas noches donde el insomnio es parte de mi voluntad, donde encuentro tranquilidad para soñar despierta y aceptar mi cansancio e irme a dormir a tu lado.

... en fin ... esta noche me llama un horno más caliente que tus piernas, más caliente que la misma noche. Un maldito horno que se burla de mi inocencia recordándome todas mis responsabilidades y peor aún, enrojeciendo mis obligaciones.

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