martes, 20 de septiembre de 2011

Hermosa soledad

Una vez más la tinta, la pintura y un par de acuarelas han inundado mi casa. Se ven navegar más de 36 barcos de papel por toda mi habitación, se mueven con peculiar agilidad para evitar colisiones estrepitosas que despertarían a las ballenas que duermen en la sala ...

Toda la casa está inundada .

Admiro el espectáculo desde mi cama, evito bajar por temor a pisar algún barco y ser la causa de una revolución entre piratas, admiro el sutil movimiento de las olas y el azul ultramar del cielo, así como el vuelo de las aves hechas de papel china que iluminan el techo de la habitación cual farola de papel. Sin duda un espectáculo hermoso ...

Un toc toc me hace voltear hacia la puerta pidiendo que ésta sea abierta, sin dejar de admirar el espectáculo de la noche giro a la cabecera de mi cama, abro la puerta para dejar entrar a un viejo lobo de mar que amablemente pide asilo ya que las medusas de la cocina le robaron el sueño y se promete cuidar el mío. Ofreciendo sus servicios de almohada los dos nos disponemos a contemplar la noche y seguir viendo el sinuoso movimiento de los barcos y el vuelo de las aves hasta quedarnos dormidos.