lunes, 6 de junio de 2011

Casi las 4 ...

Hace tiempo me dijeron que las 4am era una hora especial, una hora donde podías ver despertar al mundo, una hora donde la temperatura llega a su punto más bajo para después calentarse con el amanecer, una hora donde solíamos ver un cielo con medusas y unas máscaras de hilos que escondían nuestros rostros,lo recuerdo con nostalgia, recuerdo que fue hace un par de años (... bastante tiempo...) antes de que cambiara mis fantasías por una realidad, antes de cambiar mis plumas por pinceles y mi piano por tambores ... Justo 3 años antes de que me viniera a vivir a esta ruta que se encuentra muy lejos de donde empezó todo. Me encuentro tan lejos que solo esperan que aparezca en la ciudad para saber que no he huido, para darles buenas o malas noticias dependiendo del motivo que me hizo visitarlos .. en fin ...
Recuerdo esa noche por el viento de hoy, por este viento que comienza a despedir la primavera para dar lugar a las lluvias de verano, y como todos saben, las lluvias me causan nostalgia.
Solo la lluvia tiene la habilidad para recordar lo que estaba en el olvido por eso no las quiero, no quiero esos recuerdos enterrados en los víveros de la casa, ni en la cabaña de la abuela, no quiero esos árboles que me rodeaban ni las sonrisas falsas que todos me regalaban, no quiero recordar cuando decepcioné a toda la familia ni quiero que me manden chocolates para recordarme que me esperan.
Solo quiero lluvias sin nostalgia, lluvias tan tranquilas que las pueda disfrutar detrás de la ventana, lluvias tan intensas que nos acompañen bajo las sábanas, lluvias tan frías que nos impidan salir de la cama, tan ruidosas que no nos podamos escuchar y lluvias tan húmedas que me hagan escribir hasta secar el papel ..... Quiero encontrar una lluvia que me guste, una que este dentro de mis días favoritos, como aquel cuando comíamos todos juntos y hablábamos de los postres que nos mojan, del perro que nos mojó y de las lluvias que nos mojarán...

2 comentarios:

asco dijo...

Déjame enseñarte a disfrutar de mis tardes lluviosas, de mis mañanas nubladas, que de mi jamás recibirás una sonrisa falsa. No tengo gran cosa por darte más que lluvias llenas de placer y verdad, realidad. Puras verdades es lo único que sabe decir mi boca.
Déjame enseñarte a disfrutar, como tu me has enseñado a mi, lo que nunca pensé que disfrutaría.

Quiero llegar otra vez a las cuatro de la mañana contigo. Y si está lloviendo, mejor!

Renée dijo...

Un día lluvioso contigo es más q suficiente para que encuentre ese placer en las gotas de agua que caen mojando un presente ... ahora más q nunca espero las refrescantes lluvias del verano y todas las verdades que inundan nuestra realidad.