lunes, 11 de junio de 2012

Lychees

Sentada en la banca  del parque me doy cuenta que está por acabar la primavera y el verano empieza a anunciarse con olas de calor que inundan a todo el pueblo recordándonos que se avecinan noches con ventilador prendido. Aire caliente girando. Noches desnudas...

El bar no se quedará vacío, vendrá otra temporada alta en la casa de las farolas verdes, Yuri se irá de vacaciones, la señorita del pueblo andará en faldas cortas, habrá más niños en la plaza y lo mejor de todo: EL MERCADO. Habrá una gran variedad, donde predominaran los melones, las ciruelas, la sandías, las fresas y peras y sobre todas estas, las exóticas y deliciosas lychees. Debido a la temporada alta traerán nuevos y mejores licores, aumentará la variedad de cervezas olvidadas y podré encontrar una vieja y preciada superior y una norteña carta blanca. Gracias a los extranjeros podremos hacer trueque en libros, películas y maerial de arte, podré conseguir nuevos pinceles y papeles de algodón a cambió de alguna pintura o ilustración hecha en este año. Al parecer el verano pinta bien, será una época de renovación, habrá tiempo para traer a mi sueño de vuelta y juntar dinero para ir a comer bibimbap en su ciudad de origen. 

Por circunstancias naturales dejó de tener expectativas en las personas, para algunos momentos de la vida también ya que es muy frecuente exigir más de lo que pueden dar y viceversa exigir más de lo que puedes dar y entrar en un mar de contradicciones del cual nunca sales bien librado. Sin embargo haré una excepción a la regla, tengo todas mis expectativas en el calor del verano, espero sudar todo el veneno y poder ir sin pesadez a la ciudad. También espero obtener muchos pinceles y acabar de pintar el taller. Mientras subo la colina rumbo a mi casa deseo que el verano sea benévolo conmigo.   

Al abrir la puerta empiezo a creer aún más en que mis expectativas no serán defraudadas por ambas partes, el verano me ha dejado un regalo de bienvenida en la mesa del comedor, es una caja de lychees con una nota que reza : Aprovéchalas. Aunque no entiendo el mensaje del todo porque no se si refiere a que me las coma con gusto ya que son mi fruta predilecta o que me ponga a vender bolsitas de $10.00 en el parque. Una vez más no hay duda de que la vida es inteligente y momentaneamente se han ido mis pensamientos revolucionarios y las lychees me dejan un muy buen sabor de boca.

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